Tu siguiente guardia de seguridad mide menos de 1 m de altura y ocupa unos 600 mm de ancho. Cabe prácticamente cualquier espacio de interior o de exterior, incluso los más reducidos o estrechos. Detecta objetos sospechosos, temperaturas anómalas, actividades fuera de lo común, activa alarmas, recopila datos, procesa información… y él sólo es capaz de patrullar grandes áreas sin ayuda de otros.

El próximo guardia de seguridad será un robot de vigilancia.

Ya es posible encontrar robots patrullando y vigilando áreas para mejorar la seguridad. En este artículo se detallan algunos de sus beneficios así como ejemplos de aplicaciones que quizás todavía no conoces.

¿QUÉ ES UN ROBOT DE SEGURIDAD?

Un guardia robótico, también conocidos como robot de vigilancia, robot de patrulla o guardia de seguridad robótico, es una máquina diseñada para fines de vigilancia y protección.
Según las necesidades de seguridad, se pueden encontrar soluciones válidas para operar en entornos de interior, de exterior o en ambos. Los modelos disponibles en el mercado también difieren en cuanto a tamaño, sensorización o funcionalidades. En esta publicación puede encontrar detalladas las características técnicas de un robot de vigilancia apto tanto para interior como para exterior.

Las características clave de los guardias robóticos incluyen:

  • Sensores: un robot de patrulla está equipado con una variedad de sensores específicos que incluyen cámaras, dispositivos de imágenes térmicas, detectores de movimiento o incluso micrófonos. Estos sensores les permiten monitorizar el entorno y responder a posibles amenazas o anomalías en su área designada.
  • Movilidad: una de las principales ventajas de los guardias de seguridad robóticos frente a los dispositivos de seguridad tradicionales es la movilidad. Los robots móviles, suplen la necesidad de un gran número de dispositivos estáticos para cubrir de manera eficiente el área a vigilar.
  • Conectividad: los robots de vigilancia suelen integrarse en un sistema de seguridad en red para permitir la comunicación en tiempo real con operadores o estaciones de monitoreo central. Las transmisiones de video y el análisis de datos en vivo determinan una toma de decisiones rápida y precisa.
  • Navegación autónoma: el desarrollo de un sistema de navegación autónoma les permite evitar obstáculos y colisiones, mapear o la adaptación a entornos cambiantes. Esta autonomía reduce la necesidad de una intervención humana constante.
  • Sistemas de alerta: la emisión de alarmas, encendido de luces o incluso la posibilidad de utilizar disuasivos como sirenas son opciones que estos robots pueden ejecutar para abordar violaciones de seguridad.

ROBOTS DE SEGURIDAD VS. GUARDIAS DE SEGURIDAD

Los protocolos de seguridad están cambiando y uno de los activos transformadores son los robots móviles autónomos y las nuevas posibilidades que estos aportan al sector de la seguridad y vigilancia.

En contra de algunas opiniones, el personal de seguridad sigue siendo una fuerza de trabajo necesaria. Su capacidad e intuición para evaluar y razonar situaciones o para discernir la toma de decisiones son valores que no se deben subestimar.

Sin embargo, están sujetos a limitaciones como la fatiga, las emociones y los condicionantes físicos, factores que no influyen en un robot de vigilancia.

Así, un guardia robótico de seguridad potencia el trabajo del humano y sobrepasa sus límites, convirtiéndose en una herramienta perfecta para complementar las operaciones de vigilancia.

Por ejemplo, el tiempo de inactividad de un robot de patrulla es mínimo ya que no necesita descansos, más allá del tiempo de carga. Por lo tanto, realizará patrullajes más continuos y estables.

Los robots de seguridad y los guardias de seguridad humanos representan dos enfoques diferentes para garantizar la protección y vigilancia. Ambas partes aportan fortalezas y su convergencia está logrando alcanzar nuevos niveles de protección y vigilancia.

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Un artículo de Robotnik