Revolucionar los sistemas de agarre para aplicaciones colaborativas. Esta es la apuesta de SCHUNK, referente mundial en técnicas de sujeción y sistemas de agarre, que con su nueva línea de pinzas Co-act pretende llevar más allá la colaboración entre humanos y robots, un escenario que será clave para la producción industrial del mañana.

En este caso, presenta la nueva pinza Gripper EGP-C Co-act, con la que se consigue aumentar la productividad, facilitar un alto nivel de flexibilidad y liberar a los operarios de pasos de trabajo manuales, anteriormente no automatizables o ergonómicamente desfavorables.

La pinza industrial Gripper EGP-C Co-act dispone de la certificación y aprobación del Seguro Social Alemán de Accidentes de Trabajo (DGUV) para actividades colaborativas, lo que garantiza la seguridad del producto y reduce los gastos durante la evaluación de seguridad de todo el sistema a través de sistemas de sujeción certificados.

Más fuerza de agarre y nuevas aplicaciones para la industria automovilística

Las fuerzas de agarre que logran alcanzan hasta 450 N combinadas con un gran recorrido de 42,5 mm por garra. La potencia inteligente de 24V es apta para manipular piezas con un peso de hasta 2,25 kg y puede utilizarse en una amplia variedad de aplicaciones.

Con esta línea de trabajo, SCHUNK centra su atención principalmente en la industria de proveedores relacionada con la automoción y en los propios fabricantes de automóviles, que trabajan intensamente en los escenarios HRC pertinentes. Además, los especialistas del equipo de Co-act de SCHUNK se centrarán también en otras aplicaciones industriales, como la ingeniería mecánica, en la que la potente pinza podría convertirse en un acelerador eficaz para aplicaciones HRC que previamente eran inviables debido a la ausencia de accionadores fiables en el margen de carga útil de hasta 2,25 kg.

Medición combinada de fuerza y trayectoria

Para cumplir el límite biomecánico exacto definido en ISO/TS 15066 pese a su elevada fuerza de agarre, la pinza Co-act EGL-C de SCHUNK cuenta con medición combinada de fuerza y trayectoria. Las garras medidoras de fuerza y los codificadores incrementales integrados en las mordazas base supervisan permanentemente la fuerza de agarre correspondiente y la posición de los dedos prensores.

El procedimiento de agarre almacenado en la pinza se divide en 3 fases. La primera, en una distancia teórica de hasta 4 mm con respecto a la pieza programada, , la fuerza de agarre se limita a 30N. Si se produce una colisión durante esta fase de aproximación, por ejemplo, entrando en contacto con la mano del operario, la pinza asume inmediatamente una sujeción segura sin riesgo de lesión.

En la segunda fase, con una distancia de la pieza de <4 mm, los dedos se cierran con la fuerza máxima de hasta 450 N ajustable por el usuario. Si el sistema mide la flexibilidad en esta fase de cierre, por ejemplo, porque se esté agarrando una pieza demasiado pequeña y el operario quiera retirarla a mano, este movimiento se detendrá también automáticamente. Lo mismo ocurre si el tamaño de la pieza se pasa 2 mm de las medidas esperadas debido a razones tales como la ausencia de una pieza.

En la tercera fase, la pinza detecta si la pieza ha sido agarrada con seguridad y, si es así, activa el mantenimiento integrado de la fuerza de agarre tensando el freno. Esto implica que la pieza agarrada no se podrá soltar, ni siquiera en caso de parada de emergencia. Además, no se requiere referenciación en caso de fallo de alimentación.

Noticia enviada por Schunk