En el mundo de la automatización colaborativa, la seguridad es imprescindible. El reto es desarrollar sistemas cada vez más precisos, para ganar en productividad, al mismo tiempo que generen una mayor confianza en el trabajo compartido entre humanos y robots. Por eso, la pinza de carrera larga Co-act EGL-C de SCHUNK, referente mundial en sistemas de agarre y técnicas de sujeción, marca un avance importante para la industria 4.0. Gracias a la inteligencia integrada, el gripper consigue por primera vez que se apliquen fuerzas de agarre de hasta 450 N, lo que acorta el proceso de desarrollo con componentes estándar, reduce costes y acelera los proyectos de colaboración para aplicaciones específicas.
Sistema inteligente patentado por SCHUNK: un agarre en 3 fases
La seguridad es una prioridad para SCHUNK, pero con la serie Co-act EGL-C va un paso más allá: es la primera vez que se fabrica una pinza para aplicaciones de colaboración donde la fuerza de agarre que ejerce sobre el dedo de la pinza supera el límite de 140N, considerado el máximo no perjudicial para la salud. Esto le permite el agarre por fricción de piezas de hasta 2,25 kg y por agarre por forma incluso de hasta 8 kg. Este nuevo hito se consigue gracias a un sistema de inteligencia integrado, cuya patente se encuentra en curso de tramitación, que divide el proceso de agarre de la Co-act EGL-C en 3 fases.
Así, en primer lugar, siempre que exista un peligro de aprisonamiento de manos o dedos, el sistema integrado de inteligencia limita la fuerza de agarre a un umbral no perjudicial de 30 N. Sólo a partir de que los dedos de la pinza están a una distancia de la pieza de menos de 4 mm, en la que no hay peligro de aprisonamiento, los dedos prensores se aproximan con la fuerza de agarre de libre elección de hasta 450 N. Si el sistema detecta flexibilidad en esta fase de cierre, por ejemplo, porque la pieza que se agarre sea demasiado pequeña, y el operador desea retirarla manualmente, este movimiento se detendrá también automáticamente. Lo mismo ocurre si el tamaño de la pieza se pasa 2 mm de las medidas esperadas, por ejemplo, en caso de no haber piezas disponibles. En la tercera fase, la pinza finalmente detecta si la pieza se ha agarrado con seguridad y bloquea el freno. Como resultado, la EGL-C de SCHUNK satisface los requisitos para una colaboración segura entre personas y robots y garantiza que en el agarre por fricción pueda agarrar piezas que pueden pesar hasta 2,25 kg, y que en caso de una situación de parada de emergencia y la correspondiente frenada, la pieza no caiga. En el agarre por forma, las piezas de trabajo pueden pesar incluso hasta 8 kg.
Certificada por el Seguro Social Alemán de Accidentes (DGUV)
Como con el resto de sus soluciones automatizadas, SCHUNK ha dado también una gran importancia al Seguro Social Alemán de Accidentes (DGUV) para garantizar la máxima seguridad durante todo el proceso de creación del producto de la Co-act EGL-C. La colaboración con este organismo ha sido constante des de el inicio hasta el final, para un control y un respeto eficiente de las normas. Esta relación también ha facilitado adquirir más experiencia acerca de la manera de diseñar la certificación y su posterior evaluación, fomentando el desarrollo de soluciones fáciles de usar, sin comprometer su calidad. El resultado es una pinza precisa, funcional y sofisticada.
Noticia enviada por Schunk