Compartimos el siguiente artículo publicado en el blog de nuestro asociado Alisys Robotics:
Garantizar la seguridad de los empleados y los activos de la organización es un requerimiento indispensable para entidades públicas y privadas de todos los sectores. No obstante, en sectores como el industrial, la construcción o la minería es un factor crítico por las características inherentes al desempeño de su actividad comercial. Según la OIT, 2.800.000 personas mueren cada año en el mundo por accidentes y enfermedades laborales. Ante esta situación, los dispositivos inteligentes y los robots se presentan con un activo clave para asistir al personal en las tareas que pueden entrañar un riesgo para su seguridad.
En los últimos años, se ha producido un crecimiento de los accidentes laborales a nivel mundial. En España la situación no es más optimista. Cada día se producen más de 3.700 accidentes y dos personas fallecen a causa del trabajo. Para garantizar la seguridad del personal, las empresas establecen procedimientos, herramientas y tecnologías que reducen su exposición al riesgo.
Para la OIT (Organización Internacional del Trabajo), un ambiente de trabajo seguro y saludable es aquel en el que se eliminaron los riesgos o donde se tomaron todas las medidas prácticas razonables y factibles para reducir los riesgos a un nivel aceptable y donde se integra la prevención como parte de la cultura organizacional. Identificar los peligros y evaluar y controlar los riesgos en el lugar de trabajo es esencial para crear un entorno laboral seguro y saludable.
¿Cómo contribuye la tecnología a crear un ambiente de trabajo seguro y saludable?
Gracias a su capacidad para desplazarse por terrenos accidentados, acceder a lugares de difícil acceso, soportar cargas de hasta 13 kilos y ser equipados con sensores de detección de gas, temperatura, cámaras termográficas o LiDAr, entre otros, los robots dinámicos contribuyen a mantener la seguridad de las personas y las instalaciones.
Así, estos dispositivos robóticos son los encargados de asistir al personal de seguridad durante las rondas de inspección ya sea de forma automatizada o a través del control remoto. Utilizando la teleoperación, es posible dirigir al robot a lugares peligrosos para: medir los niveles de gas o presencia de otras sustancias tóxicas, inspeccionar galerías y/o edificios con peligro de derrumbe, rastrear zonas que hayan sufrido desastres naturales o accidentes, entre otros casos de uso.
No menos importante son los datos. Conectados a una única plataforma, los dispositivos inteligentes envían toda la información recopilada a una única herramienta para su posterior análisis. Y es que, como refleja AENOR, la digitalización de los datos permite definir un nuevo marco de intervención sustentado en la implantación de medidas proactivas que se anticipen a posibles accidentes a través del análisis de tendencias y detección de áreas de mejora. Con esta información, las empresas pueden diseñar nuevos itinerarios, adaptar sus procedimientos, identificar puntos de mejora, etc.
Las compañías que implementan tecnologías emergentes, como la robótica o los dispositivos inteligentes, están apostando por crear un ambiente de trabajo seguro y saludable (SST). Un espacio que disminuye los accidentes laborales, el ausentismo y los costes administrativos; al tiempo que incrementa la productividad y mejora la reputación de la empresa.