NAO ya es uno más en el aula. Cada día recibe a los alumnos de una clase de primaria. Les saluda en inglés y por su nombre – “Good morning, Sara”- mientras les recuerda la agenda del día. Y es que NAO fabricado por Softbank Robotics está diseñado para interactuar con todo tipo de público. Adapta el tono de la conversación al perfil de su interlocutor y puede hablar hasta 20 idiomas. La gran precisión de sus movimientos y la empatía que genera su cuidado diseño lo convierten en una solución para situar al alumno en el centro del proceso de aprendizaje.

Brian Scassellati, profesor de ciencias de la computación, ciencia cognitiva e ingeniería mecánica de la Universidad de Yale, atribuye los beneficios del uso de la robótica social en el aula a la capacidad de los robots para imitar el lenguaje y los gestos de los humanos pero sin ser “lo suficientemente sociales como para que los niños se sientan nerviosos o ansiosos a la hora de interactuar con ellos”.

Situar al alumno en el centro de aprendizaje

Tras dar la bienvenida a los alumnos del centro, NAO se convierte en una herramienta para favorecer el aprendizaje de idiomas. El robot apoya las explicaciones de la profesora con ejemplos y un lenguaje adaptado al perfil de los alumnos. Cuando observa algunos fallos o problemas de pronunciación, comete errores deliberadamente para que sean los propios estudiantes quienes corrijan al robot. Así, los estudiantes aumentan la confianza y se expresan en inglés sin miedo a equivocarse.

A media mañana los alumnos están impacientes de que llegue la hora de la clase de gimnasia. Aunque siempre ha sido una de las asignaturas favoritas para gran parte de los estudiantes, la llegada de NAO ha conquistado a los alumnos más perezosos.

El robot de Softbank Robotics sirve de apoyo al profesor de gimnasia y les enseña de forma práctica como deben llevar a cabo los ejercicios de estiramiento antes de comenzar el entrenamiento. Hoy toca clase de yoga y relajamiento. Siguiendo las indicaciones del profesor, NAO realiza las posturas y completa las explicaciones para poner el foco en los pequeños detalles. Aunque de vez en cuando, al igual que los estudiantes, el robot pierde el equilibro y cae al suelo.

Rápidamente, les avisa de que no ha pasado y en pocos segundos regresa a su postura habitual: “Tranquilos. Estoy bien amigos. He tenido un problema con mis sensores. Solo tardaré unos segundos en levantarme”.

Tras finalizar la clase de gimnasia, es la hora de visitar a los alumnos de infantil. Con los más pequeños, NAO juega a adivinar animales. Describe sus principales características y les da la prueba definitiva imitando sus sonidos más característicos. Pero también cuenta pequeños relatos, baila al ritmo de la música que él mismo reproduce e introduce dinámicas de grupo. Potencia así la imaginación y el lado más creativo de los alumnos y fomenta las habilidades orientadas a la resolución de problemas, el trabajo en equipo y en la colaboración. Además, ayuda a que los niños superen la desconfianza, timidez, inseguridad y frustración.

En la ESO y Bachillerato, NAO está presente en las clases de tecnología e innovación. Introduce la robótica y fomenta el interés por la inteligencia artificial y la investigación. Los alumnos aprenden conocimientos básicos de programación para modificar el diálogo del robot o enseñarle nuevos movimientos.

NAO se ha convertido en una solución para fomentar la capacidad de exploración de los alumnos, fomentar la iniciativa y el interés hacia las nuevas tecnologías, reforzar los conocimientos teóricos impartidos por el profesor y convertir la teoría en práctica.

Una información de Alisys