Los AGVs (Automated Guided Vehicles) han estado moviendo cargas para los seres humanos durante más de medio siglo. Se han convertido en un accesorio familiar en las fábricas, almacenes, y en cualquier lugar donde hay una necesidad de entrega de materiales repetitivos. Sin embargo, su efectividad está siendo sustituida poco a poco por un enfoque tecnológicamente más sofisticado. En los últimos años hemos visto la introducción de un nuevo tipo de sistema de logística interna que está empezando a tomar el relevo de los AGV: los AMRs o Robots Móviles Autónomos.

Es fácil ver AGVs ó AMRs como vehículos iguales que mueven objetos de un lugar a otro, pero los AMRs se basan en nuevas tecnologías que los hacen más rápidos, más inteligentes y más eficientes que los AGVs. Los AMRs también son más fáciles de configurar, más fáciles de usar y más asequibles, por lo cual explica por qué los AMRs están creciendo tanto y tan rápido. Pero, cuando entiendes la manera en que los AMRs son diferentes (y mucho más avanzados) que los AGVs tradicionales, todo tiene sentido.

La diferencia fundamental entre los vehículos guiados automatizados y los robots móviles autónomos se puede resumir en la diferencia entre un vehículo guiado y un robot. Un vehículo guiado sigue rutas fijas, generalmente a lo largo de hilos metálicos o de imanes empotrados en el pavimento. El AGV es probablemente lo suficientemente capaz de utilizar algunos sensores simples para no golpear los obstáculos que aparecen en su camino, pero no lo suficientemente inteligente para rodearlos. De hecho, los AGVs no son máquinas inteligentes, y sólo pueden obedecer órdenes simples. Esto significa que los AGVs tienden a tener problemas cuando algo no es exactamente de la forma que les gusta, y son notoriamente rígidos en la adaptación a los cambios. Si se desea ampliar su área de trabajo, por ejemplo, es una tarea muy costosa y que consume mucho tiempo y recursos.

Un AMR es una máquina mucho más sofisticada. Está provisto de gran número de sensores y potentes computadoras a bordo que le ayudan a entender y asimilar su entorno operativo. En lugar de limitarse a las rutas fijas, un AMR puede navegar de forma dinámica utilizando su propio mapa, lo que le permite planificar sus caminos para desplazarse de forma rápida y eficiente donde quiera que vaya. Agregar un lugar nuevo sólo significa ampliar el mapa con 2 clics, un proceso sencillo y rápido. Los AMRs también son lo suficientemente inteligentes para reconocer y reaccionar ante personas, los obstáculos móviles, carretillas elevadoras, y todas esas otros elementos que probablemente tienen a desordenar o alterar su espacio de tránsito. También pueden seguir con seguridad sus rutas sin importar lo ocupado que se encuentre el ambiente circundante. También pueden hacer tareas futuristas como seguir a una persona específica dondequiera que vaya.

Con todas estas ventajas, se podría pensar que los AMRs son mucho más caros que los AGVs, pero ese no es el caso. Si bien es cierto que los AMRs utilizan sofisticados sistemas de cámaras, sensores láser y software muy específico, los AMR pueden llegar a ser un 40% más baratos que los AGVs.

Esto es debido a que los AMRs no necesitan cables o imanes, balizas o cualquier otra modificación costosa de la infraestructura, con lo que la instalación con ellos es rápida y más económica, con lo que los AMRs completan las tareas mucho más rápidas y seguras, ahorrando tiempo y dinero. A medida que un negocio se expande, los AMRs se expandirán a la perfección al mismo tiempo con costes adicionales mínimos. Los AGVs en un futuro tendrán muy complicado competir ya que no pueden ofrecer la flexibilidad y la rentabilidad de los robots móviles autónomos.

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Artículo enviado por RobotPlus