Diversidad de formatos, alta cadencia de productos, poco espacio disponible en planta, humedades… Automatizar procesos en el sector cárnico obliga a tener en cuenta múltiples condicionantes, lo que obliga a convivir muy de cerca con las necesidades de la industria. Tras veinte años de trayectoria en uno de los epicentros del procesado del cerdo en Cataluña, la empresa gerundense TEMIC, integrador de Universal Robots especializado en el sector agroalimentario, ha desarrollado para uno de sus clientes la máquina colaborativa TESA UR50. Desarrollado en colaboración con la empresa alimentaria Coopecarn, el equipo destaca por su facilidad de uso, el poco espacio que ocupa y su versatilidad. Cambiar de formato de caja conlleva menos de 20 segundos.

Las empresas españolas del sector cárnico producen cada vez más para las grandes superficies. Esta realidad obliga a mantener una elevada producción de bandejas de loncheados de forma continua, así como a ampliar los turnos de trabajo. Al mismo tiempo, exige reducir al mínimo el margen de error si se quiere dar respuesta a los pedidos. Satisfacer estas necesidades productivas tiene que ser compatible con espacios en planta muy reducidos y con la necesidad de mantener la competitividad, lo que implica evitar que se disparen los costes laborales.

Ante estas exigencias, no es de extrañar que la automatización y la robotización de procesos en el sector cárnico esté a la orden del día. Sin embargo, esta tendencia no está exenta de dificultades: las humedades pueden dañar la maquinaria, la falta de espacio imposibilita instalar robots tradicionales con sus correspondientes perímetros de seguridad, los cambios de formato son muy habituales y obligan a reconfigurar muy a menudo…

Después de dos décadas de experiencia en el epicentro gerundense del procesado de cerdo, la empresa TEMIC ha desarrollado una máquina que combina la robótica colaborativa de Universal Robots con los automatismos más avanzados para mantener una producción constante en el final de línea del sector cárnico. “Reducir el espacio de la instalación y conseguir que la máquina sea más versátil son clave para entrar en un sector tan exigente como el alimentario”, considera David Casadevall, cofundador de TEMIC.

Carga de bandejas de cajas de tres modelos distintos con la ayuda de un UR10e

TESA UR50 es un equipo colaborativo que parte de un proyecto llave en mano para uno de los clientes de TEMIC, compañía de 55 empleados ubicada en Riudellots de la Selva (Girona) que está especializada en la automatización de procesos para las industrias cárnica y láctea.

La aplicación efectúa la carga automática de bandejas a un ritmo de cincuenta unidades por minuto. De este modo, da respuesta a una elevada cadencia de bandejas de loncheados una vez envasadas y etiquetadas.

En primer lugar, un acumulador configurable apila las bandejas en grupos de dos, tres o cuatro, y un expulsor desplaza lateralmente el grupo.

En segundo lugar, el robot UR10 de Universal Robots carga las bandejas en cajas de tres modelos distintos: ocho, dieciséis y doce unidades (en este último caso, la caja es de cartón). El cambio de formato lo puede realizar directamente el operario a través de un panel de control visual y amigable programado ad hoc por TEMIC. Lo único que debe hacer el empleado es parar la línea, seleccionar el dibujo correspondiente al formato elegido y esperar 20 segundos para que el brazo robótico se reposicione y retome el trabajo.

El robot colaborativo llena la caja en cuatro tiempos. El aprovechamiento del espacio en las cajas es máximo. Por eso, la última entrada es muy justa y requiere una elevada precisión del brazo robótico.

En este punto también es importante mencionar el gripper intercambiable que TEMIC ha desarrollado para este proyecto en concreto. “Hemos tenido que diseñar una pinza especial y realizar distintas modificaciones teniendo en cuenta el espacio y los deslizamientos, hasta conseguir una efectividad del 100 %”, cuenta David Casadevall. Aunque el formato actual de gripper es el óptimo para las bandejas con las que TESA UR50 trabaja actualmente, la pinza se podría extraer de forma rápida y simple y cambiarla mediante rácores de conexión.

Aunque la carga máxima del proceso actual es de 6 kilos, TEMIC apostó por la capacidad de 10 kilos del UR10 para asegurar la manipulación ante necesidades futuras. “Elegimos el robot de UR porque es una marca muy instaurada en nuestro país y cuenta con muchas aplicaciones instaladas”, explica Casadevall.

En tercer lugar, entra en juego una carcasa de acero inoxidable con policarbonato transparente que resguarda al robot colaborativo cuando lleva unos minutos sin funcionar. Este cierre protege al equipo de la humedad e incluso de golpes o manipulaciones externas. También facilita una limpieza exhaustiva con agua a presión y productos químicos sin dañar el brazo robótico.

Finalmente, TESA UR50 dispone de ruedas, lo que le aporta movilidad y una mayor versatilidad, al tiempo que facilita el acceso de los operarios a la aplicación para solventar incidencias, o la combinación de aplicaciones en el mismo espacio.

Retorno de la inversión en doce meses

“La robótica colaborativa es necesaria para automatizar en el sector alimentario, porque el robot convencional se mueve muy rápido, pero limita el uso de espacios al requerir una protección de seguridad. El UR10 nos proporciona un cambio de formato muy fácil y rápido sin herramientas y con pocos segundos de extracción, lo que abre las puertas a una mayor variedad de bandejas.”, comenta David Casadevall.

La incorporación de la máquina TESA UR50 ha aportado grandes beneficios a la empresa, entre los que destaca un mayor ahorro y aprovechamiento del espacio, gracias al uso de un robot colaborativo sin vallado de seguridad, a la movilidad de la máquina y al sistema de apilamiento vertical.

Además, se ha conseguido una producción a un ritmo constante de cincuenta bandejas por minuto, sin variaciones y sin depender del ritmo de los operarios, sumado a una reducción de los costes productivos.

Asimismo, se ha logrado un mayor control sobre la producción y capacidad de detectar y solucionar incidencias así como facilidad y rapidez a la hora de modificar el formato, tanto seleccionando uno de los tres formatos preconfigurados de cajas en el panel de control, como intercambiando la pinza de la aplicación para el agarre de otro tipo de bandejas.

La máquina colaborativa TESA UR50 ha liberado a los operarios de la tediosa e inconfortable tarea de cargar bandejas y cajas. Su incorporación permite que, trabajando al alto ritmo que marcan las grandes superficies (hasta tres turnos de trabajo en incluso siete días a la semana), el retorno de la inversión es de doce meses.

Artículo enviado por Universal Robots