La necesidad de apostar por una aviación más sostenible y respetuosa con el medio ambiente demanda materiales composites, que, a su vez, requieren nuevas aproximaciones a la inspección. En la actualidad, los rigurosos requisitos de calidad de la industria aeronáutica exigen la puesta en marcha de sofisticadas técnicas de inspección no destructiva de piezas, repercutiendo en la eficiencia y coste de los procesos productivos.

Con el objetivo de optimizar estos procesos, Tekniker, miembro de Basque Research and Technology Alliance (BRTA), ha liderado el proyecto europeo CRO-INSPECT para mejorar la inspección de los alerones del avión, incorporando robótica colaborativa y técnicas avanzadas de ultrasonidos.

El proyecto se ha centrado en los requisitos planteados por SAAB, empresa fabricante de componentes de aeronáutica, que ha visto la necesidad de optimizar los procesos de inspección que realizaba hasta la fecha en sus componentes.

El proyecto CRO-INSPECT ha tenido como objetivo desarrollar un proceso de inspección no destructiva de componentes aeronáuticos (un alerón) por medio de ultrasonidos controlados por un robot colaborativo, embarcado en una plataforma móvil autónoma.

Ventajas de la robótica colaborativa

Así, se consigue mejorar la flexibilidad y eficiencia del sistema, permitiendo la coexistencia y colaboración del robot con el personal técnico, que puede llevar a cabo labores en paralelo, e incluso intervenciones manuales asistidas por el propio robot. Éste utiliza el control de fuerza y la visión artificial para llevar a cabo el proceso de posicionamiento de los sensores de ultrasonidos sobre la superficie a inspeccionar.

Noticia enviada por IK4-Tekniker