El cuarto artículo de la serie habla sobre las expectativas respecto a los vehículos autónomos, y cuáles son los retos que se deben enfrentar para que se conviertan en una realidad.
Más de 25.700 personas murieron en accidentes de automóviles en la Unión Europea en 2014, y 200.000 sufrieron lesiones que les cambiaron la vida.
Los vehículos autónomos prometen hacer las carreteras más seguras, mientras nos dan más tiempo para el trabajo o el ocio. Esto podría reflejarse económicamente en miles de millones de euros, gracias a una mayor productividad y una proyección de 40,3 mm de € en el gasto del cliente final de este año. Los vehículos autónomos también tendrán un impacto social, por ejemplo permitirán recuperar la independencia a aquellos que han perdido la capacidad para conducir. También se espera que contribuyan a un mundo más verde, gracias al transporte compartido y una gestión del tráfico más eficiente.
Entonces, ¿qué podemos esperar ver en las carreteras del futuro, y cuáles son los retos a los que se enfrenta esta tecnología?
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