Con una población mundial estimada de 7,8 mil millones de personas en todo el mundo, la Organización de las Naciones Unidas* estima que para finales de este siglo XXI el Planeta alcance los 10,9 mil millones de habitantes. Con ello, la industria alimentaria se enfrenta a la necesidad de adoptar, de una forma rápida, procesos automatizados para mantener el ritmo de una creciente demanda.
Un reciente informe de ING** indica que el número de fabricantes de alimentación que ha adoptado herramientas de automatización ha aumentado un 50% entre 2014 y 2019. Por su parte, la Association for Packaging and Processing Technologies estadounidense prevé que el mercado mundial del empaquetado de alimentos aumentará entre un 4% y un 5% anualmente hasta alcanzar los 400.000 millones de dólares en 2025. Si bien los sistemas robóticos tradicionales han servido con éxito al sector alimentario durante muchos años en aplicaciones de paletizado, solo en los últimos años ha sido posible que los robots manipulen alimentos directamente.
La llegada de la nueva y mejorada tecnología de pinzas permite a los robots realizar con notoriedad tareas de envasado con una delicadeza que está más allá de las capacidades de las pinzas tradicionales y además, ofrecen el manejo directo de los alimentos de una manera que garantiza que el producto no se dañe ni se deteriore durante el proceso de automatización.
La compañía OnRobot, líder en soluciones de robótica colaborativa, posee una línea completa de herramientas plug-and-play y entre toda su amplia gama de productos destaca su pinza flexible Soft Gripper que es perfecta para manipulación de alimentos y que además proporciona un agarre elástico y delicado para la fabricación y el embalaje.
La demografía es solo uno de los impulsores de la adopción de la automatización en el sector alimentario, ya que tanto la seguridad de los trabajadores, las estrictas regulaciones de seguridad alimentaria, el aumento en la popularidad de los alimentos procesados y la necesidad de mejorar la producción al tiempo que reducen los costes de producción, permiten que todos ellos jueguen un papel importante en la adopción de la automatización.
Seguridad y retención de trabajadores
Dado que los fabricantes de alimentos y los trabajadores se enfrentan a grandes desafíos causados por el COVID-19, incluidos las nuevas regulaciones de higiene y distanciamiento social, es el momento perfecto para considerar complementar la fuerza laboral humana con la automatización. Los robots pueden intervenir para desempeñar esos roles que ya no son seguros o factibles para los humanos, además de que los robots pueden operar continuamente.
La llegada de los robots colaborativos brinda a los fabricantes una forma de abordar el problema de conservar a los trabajadores. Los robots colaborativos permiten a los responsables de producción reasignar a los empleados a tareas de mayor valor añadido, mientras que los robots se hacen cargo de los trabajos más rutinarios. Los robots pueden ayudar a respaldar los requisitos de distanciamiento social, lo que en última instancia conduce a una mayor seguridad en el lugar de trabajo y una mayor satisfacción de los trabajadores.
Cumplir con las estrictas normas de seguridad alimentaria
Impulsados por la demanda del consumidor y del sector, los organismos reguladores de todo el mundo hacen cumplir requisitos estrictos en el sector de procesamiento de alimentos. Incluso con la mejor de las intenciones, los trabajadores humanos pueden transportar y propagar contaminantes que terminan encontrando su camino hacia el producto final.
Teniendo en cuenta los requisitos reglamentarios es esencial que los fabricantes elijan pinzas certificadas de calidad alimentaria. En el caso de la pinza Soft Gripper de OnRobot posee la certificación obligatoria de grado alimenticio (cumple con la normativa FDA 21 CFR para artículos no grasos y la EC 1935/2004) para poder realizar el procesamiento de productos delicados y de forma irregular sin infringir ninguna norma de seguridad alimentaria.
¿Pinzas de vacío o pinzas soft?
Las pinzas soft son adecuadas para tareas delicadas de manipulación y envasado de alimentos. Las pinzas de vacío pueden asumir algunas de estas tareas, pero tienen algunas limitaciones que los hacen una buena opción para manejar alimentos más robustos y tareas generales de paletización.
La pinza Soft Gripper, gracias a sus tres copas de silicona fáciles de cambiar en forma de estrella y cuatro dedos permite realizar una limpieza profunda y exhaustiva, recoger casi cualquier objeto pequeño de menos de 2,2kg de una manera precisa y delicada y, a diferencia de las pinzas de vacío tradicionales, no requiere suministro de aire externo, por lo que puede reducir tanto el coste como la complejidad.
En las próximas décadas la demanda de alimentos crecerá exponencialmente. Pero con las soluciones correctas de automatización y agarre, las instalaciones de procesamiento de alimentos pueden satisfacer esa demanda completamente al mismo tiempo que ofrecen una mayor productividad y costes reducidos.
*Fuente: https://population.un.org/wpp/Graphs/Probabilistic/POP/TOT/900
**Fuente: https://think.ing.com/uploads/reports/ING_-_Food_tech_-_April_2019.pdf
Noticia enviada por On Robot